Estilos de aprendizaje

La mayoría de los adultos fuimos educados bajo el método tradicional de enseñanza en la primaria, secundaria y posiblemente el bachillerato, y por lo tanto, tenemos esa experiencia muy presente en nuestras vidas.

Los padres queremos apoyar a nuestros hijos para que sobresalgan en la escuela, pero la única vía que tenemos  para explicarles o enseñarles es la que conocemos, bajo el mismo método de enseñanza de la vieja escuela. Recuerdan esa frase de “las letras con sangre entran”. Hasta cierto grado estamos renuentes a saber que hay varias formas mucho más efectivas de adquirir el conocimiento, y sería una buena idea investigar cuáles son.

Si bien el aprendizaje consiste en la adquisición de conocimientos necesarios para un determinado fin o propósito, mediante el estudio o la experiencia, también es importante saber que no todos los seres humanos aprendemos de la misma manera. Es decir, todos tenemos un estilo de aprendizaje que puede ser un factor determinante a la hora de querer adquirir un conocimiento particular; hay quienes aprenden leyendo, otros que aprenden mucho mejor observando y hay quienes tienen que interactuar para potenciar su aprendizaje. A todo esto se le conoce como estilos de aprendizaje.

De acuerdo con Keefe (1988): “Los Estilos de Aprendizaje son los rasgos cognitivos, fisiológicos y afectivos, que son los indicadores de cómo los alumnos perciben, interactúan y responden a los diferentes ambientes del aprendizaje.”  

Kolb (1984) incluye el concepto de estilos de aprendizaje dentro de su modelo de aprendizaje por la experiencia y lo describe como: “algunas capacidades de aprender, que se destacan por encima de otras, como resultado del aparato hereditario de las experiencias vitales propias y de las exigencias del medio ambiente actual”.

Entonces nos podemos dar cuenta que los niños tienen una forma muy particular de ver al mundo que los rodea, y una manera muy particular de percibir aquellas acciones o explicaciones que van orientadas a su formación educativa. 

Pero, ¿cómo podemos los padres de familia potenciar el aprendizaje de los niños aún más? La respuesta no es muy sencilla, pero podemos iniciar por conocer a nuestros hijos para saber cómo aprenden ellos de una manera más efectiva.

Por ejemplo, si uno nota a su hijo cantar y que se desenvuelve con mayor facilidad en el ámbito de la música, entonces su hijo tiene un estilo de aprendizaje musical; ha habido muchos genios a lo largo de la historia con este estilo, como Mozart o Beethoven. En otro caso, si notamos a nuestro hijo que juega demasiado, pero al hacerlo es capaz de retener muchos de los conocimientos dados, entonces el estilo de aprendizaje de su hijo es kinestésico; ellos son los mejores en clases de laboratorio, donde se tiene que interactuar directamente con las distintas sustancias que ahí se encuentran. Cuando está en contacto con el objeto de conocimiento de forma directa, su conocimiento es adquirido de un modo más profundo y sencillo.

En otro caso se ha observado que hay quienes no gustan de una buena lectura, y entonces prefieren ver videos, películas o imágenes, y es entonces que su conocimiento se potencia de una manera notable, podemos decir que el niño tiene un estilo de aprendizaje visual. Por otra parte hay quienes disfrutan de una buena lectura, y también para retener conocimientos memorísticos prefieren tomar notas de lo que están aprendiendo y entonces se dice que el niño tiene un estilo de aprendizaje lingüístico  (sistema escritura/lectura).

Si el niño aprende mayormente cuando está solo, porque se han observado casos donde algunos estudiantes eran más reservados a la hora de trabajar en conjunto con algunos compañeros, decimos que el niño tiene un estilo de aprendizaje individual. En otro caso, se han observado a niños que aprenden mejor cuando trabajan en equipo, son líderes natos que pueden tomar las mejores decisiones y retener conocimientos memorísticos, son capaces de analizar, interpretar, resumir, etc. Estos niños tienen un estilo de aprendizaje social.

Por último, hay quienes son buenos para escuchar, cuando se les explica ponen atención, y son capaces de adquirir los conocimientos necesarios mientras se les habla, pueden ver documentales y rápidamente saber de qué se está hablando o comprender de una manera más sencilla una película o la lectura de ciertas fábulas y cuentos, entonces el alumno tiene un estilo de aprendizaje auditivo.

Al conocer a nuestros hijos podemos darnos cuenta cuál es el estilo de aprendizaje con el que pueden sacar un mayor provecho, el que les facilita adquirir los conocimientos necesarios para desempeñarse mejor.

Por: Leopoldo Baños Luna 

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